Fuimos en autobús y al llegar
había una persona esperándonos.
Vimos un recreo enorme y luego en el pabellón, vimos a jóvenes que estaban haciendo
educación física con música.
Después nos enseñaron los talleres de
carpintería y mecánica. En mecánica
había coches estropeados que los alumnos tenían que arreglar. En pintura, abollaban los coches para luego
arreglarlos.
En el taller de
electricidad había unos pistones, un cilindro que daba vueltas y un
radar. Los pistones se movían a
distancia por algo parecido al wifi. El
cilindro daba vueltas y el radar podía saber a cuantas revoluciones por minuto
iba el cilindro.
Después vimos un robot valorado en 21.000
euros, de los que solo hay dos en toda Zaragoza. Según lo programaban hacía una cosa u otra. Nosotros hicimos durante media hora una práctica de programación con la que suelen empezar los alumnos de FP mayores de edad.
Nos ha gustado mucho la
excursión y hemos aprendido cosas diferentes.
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